El marido de María Florencia Ascaneo, la mujer de 41 años que fue asesinada por el sereno del Paseo Las Cabras el lunes 4 de enero pasado, puso a la venta el fondo de comercio del local donde ocurrió el hecho. Los vecinos continúan con el pedido de justicia.
Cuando Gustavo Sensán (57) se dispuso a apretar el gatillo de su revólver calibre 22, el lunes 4 de enero pasado, no sólo estaba a punto de matar a María Florencia Ascaneo (41): su acción también iba destinada a destrozar las vidas de su marido y sus cuatro hijos, todos residentes de la apacible Sierra de los Padres.
Tal vez en ese momento no quedó claro, por la confusión generada por el estado de conmoción de los habitantes de dicha comunidad, pero ninguno de los integrantes de esa familia iba a querer regresar jamás al negocio donde ocurrieron los hechos. Por eso, este martes se publicó oficialmente el ofrecimiento de venta del fondo de comercio ubicado en el interior del Paseo Las Cabras.
Se trata de la granja denominada “La Familia”, donde Ascaneo se encontraba el día en que Sensán fue a buscarla y, casi sin mediar palabra, le disparó en el cuello, presuntamente molesto y atemorizado luego de que llegara a sus oídos que la mujer iba a denunciarlo por un abuso sexual contra un familiar suyo del que lo acusaba. El marido de la víctima, Leonardo Zeccini, escribió en su cuenta de Facebook abierta al público que tomó la decisión de vender el negocio, que lleva más de una década establecido en ese lugar.
“No queremos volver nunca más a ese lugar. Vamos a cambiar de aire”, dijo Zeccini al ser consultado por LA CAPITAL. Luego, se excusó y manifestó no hablará con la prensa formalmente “hasta la próxima semana o la otra, cuando empiecen a trabajar los abogados y se aclare todo el tema judicial”.
Por último, agregó: “Hace 20 años que vivimos en Sierra de los Padres. Mi mujer hasta terminó el colegio acá, y no nos vamos a ir porque no voy a sacar a mis hijos de su lugar, pero al negocio no queremos ir más. Ahí adentro pasó todo”, repitió.
A más de una semana de ocurrido el crimen de Ascaneo, los vecinos de la localidad ubicada sobre la ruta 226 continúan el reclamo de justicia que iniciaron el mismo día del hecho con una protesta frente a la comisaría. También siguen conmocionados y dolidos, y los carteles que recuerdan a la mujer y exigen que Sensán sea condenado pueden observarse en distintas vidrieras y postes emplazados sobre las calles más transitadas de la zona.
Los vecinos de Sierra de los Padres protestaron frente a la comisaría decimocuarta el lunes 4 de enero.
El caso
El caso ocurrió cerca de las 13 del lunes 4 de enero, en el reconocido centro comercial de Sierra de los Padres ubicado sobre la calle Argentina. Según trascendió, el sereno del paseo, Gustavo Sensán, había ido hasta el local “La Familia”, para enfrentar a Ascaneo y recriminarle los motivos por los que lo acusaba de haber violado a un familiar de ella.
Ante la presencia del esposo de Ascaneo, la hija y clientes, Sensán, visiblemente enojado ante la posibilidad de que presentara una denuncia penal en su contra, sacó un revólver calibre 22 de entre sus prendas y disparó una única bala que impactó en el cuello de Ascaneo.
María Florencia Ascaneo tenía 41 años.
En cuestión de segundos, y en medio del estado de shock de los presentes, un patrullero que pasaba por el centro comercial escuchó el disparo y gritos de horror y auxilio y fue hasta el local de la víctima. Los policías que custodiaban la zona llegaron a la escena del crimen a los pocos segundos de ocurrido y Sensán fue inmediatamente detenido.
Además, los uniformados secuestraron el revólver calibre 22, con una sola vaina servida y no expulsada. En el lugar estaban los familiares y vecinos, desconsolados, alrededor del cadáver de Ascaneo, que yacía sin vida.
Más tarde, personal de Policía Científica y el fiscal Leandro Arévalo fueron hasta el lugar, para tomar testimonios y recolectar evidencias de lo sucedido. Al día siguiente, el martes 5 de enero, Sensán se negó a declarar ante el investigador y éste ordenó que permanezca detenido en la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán mientras se desarrolla la causa judicial en la que fue imputado por el delito de “homicidio agravado”.